La investigación desde las propias revistas científicas supone un elemento imprescindible para garantizar el conocimiento. Aspectos como el peer review, el conflicto de intereses o las malas prácticas merecen ser analizados desde las propias publicaciones en aras de una mayor transparencia y calidad de los resultados. Sin embargo, a pesar del interés que suponen para la comunidad científica, los estudios sobre el proceso editorial no abundan en la literatura científica, sobre todo en las cabeceras de mayor impacto.

Un nuevo Esteve Foundation Discussion Group, organizado los pasados 12 y 13 de diciembre de 2012 en Barcelona bajo el título Editorial research, reunió a ocho expertos internacionales en investigación sobre aspectos editoriales. Ana Marušić, jefa del departamento de investigación en biomedicina y salud de la Universidad de Split (Croacia) y codirectora delJournal of Global Health fue la encargada de moderar el encuentro y de abrir las dos jornadas de discusión reflexionando sobre el estado actual y el futuro de la investigación sobre la edición biomédica.

Le siguió Annette Flanagin, subdirectora de la revista JAMA y coordinadora de los congresos internacionales sobre peer review en publicaciones biomédicas, que repasó algunos de los estudios más importantes que se han presentado en esta cita obligada sobre la revisión por pares.

Por su parte, Xavier Bosch, del Hospital Clínic de Barcelona, presentó un estudio sobre las políticas de malas prácticas en las revistas científicas más importantes. Tras revisar las 15 publicaciones más destacadas en 27 categorías diferentes, los resultados revelan que poco más de la mitad presenta una política formal sobre cuestiones como la falsificación de datos, la duplicación o el plagio y todavía son menos las que cuentan con mecanismos para combatirlos.

¿Aprueban las revistas las recomendaciones destinadas a mejorar la publicación? Es el planteamiento que trató de responder Erik von Elm, de Cochrane Switzerland, con la evidencia de encuestas y otras investigaciones, mientras que su compañero en The Nordic Cochrane,Peter Gøtzsche, propuso cómo mejorar la contabilidad, la transparencia y la honestidad en la ciencia médica.

David Schriger, profesor de Medicina de Emergencia en la Universidad de California y director adjunto de la revista Annals of Emergency Medicine, se detuvo en los objetivos del peer review, mientras Harvey Marcovitch, ex presidente del Committee on Publication Ethics, cerró la discusión planteando algunas de las retracciones y presiones sobre los directores de las revistas biomédicas. Mario Malicki, del departamento de humanidades médicas de la Universidad de Split, será quien se ocupe de recopilar todos los planteamientos del Esteve Foundation Discussion Group en un futuro artículo científico.