Tras la implantación de una prótesis de rodilla, algunos pacientes con artrosis siguen experimentando dolor después de la intervención. En algunos casos se debe a la llamada memoria del dolor, que sigue enviando señales al cerebro a pesar de que la articulación ha sido extirpada. Varios expertos mundiales en la materia se dieron cita los pasados 12 y 13 de mayo de 2011 en S’Agaró (Girona), en el cuarto Esteve Foundation Discussion Group, para poner en común la respuesta que la ciencia da a la cuestión sobre Cómo borrar la memoria del dolor y de experiencias negativas.

Tal como definieron los investigadores, la memoria es un cambio duradero en el comportamiento como resultado de una experiencia previa. En primer lugar, los participantes trataron de consensuar una definición de lo que significa memoria del dolor, término que a su juicio debería reconsiderarse por uno más exhaustivo como plasticidad a largo plazo de la nocicepción. A continuación, identificaron posibles localizaciones de la memoria del dolor para dar paso después a otras cuestiones como los posibles mecanismos neuronales de la plasticidad del sistema nociceptivo o objetivos para la eliminación de plasticidades no deseadas en la nocicepción.

Jürgen Sandkühler, del Center for Brain Research de la Medical University of Vienna fue el encargado de moderar las diferentes sesiones, que también contaron con los siguientes participantes:

Allan I. Basbaum
Department of Anatomy, University of California, San Francisco, Estados Unidos

Joff Lee
Department of Experimental Psychology, University of Cambridge, Reino Unido

Stephen B. McMahon
Wolfson CARD, King’s College London, Reino Unido

Frank Porreca
Department of Pharmacology, Univerisity of Arizona, Tucson, Estados Unidos

Claudia Sommer
Neurologische Klinik, Wurzburgo, Alemania