Terminación utilizada para formar las denominaciones comunes internacionales de un moderno grupo de fármacos inmunodepresores. En contra de lo que muchos piensan, no se trata de un sufijo latino (de hecho, el nombre oficial latino de estos fármacos se forma con el sufijo olimusum), sino de un sufijo de fantasía acuñado directamente en inglés. En español, este sufijo no adopta la forma *–ólimo*, sino –olimús u –olimus; y doy la doble variante porque la OMS ha venido vacilando hasta ahora en la acentuación de estas denominaciones comunes. Recomienda oficialmente la acentuación aguda, con tilde, para los tres primeros fármacos de este grupo: pimecrolimus (pimecrolimús), sirolimus (sirolimús) y tacrolimus (tacrolimús). Pero, con incoherencia asombrosa tratándose de una nomenclatura normalizada, recomienda oficialmente la acentuación llana, sin tilde, para los que se han ido incorporando posteriormente: deforolimus (deforolimus), everolimus (everolimus), temsirolimus (temsirolimus, que según las normas ortográficas generales del español debería ser más bien ‘tensirolimus’ o ‘temosirolimus’) y zotarolimus (zotarolimus).

Habrá que estar bien atentos para ver si la OMS mantiene en los próximos años esta vacilación o se decanta finalmente por una de las dos acentuaciones. En cuanto al uso real entre médicos, la pronunciación llana es en todos los casos claramente predominante en el registro oral, y la escritura sin tilde claramente predominante en el registro escrito.

Fernando A. Navarro

Entrada extractada por el autor a partir de su Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (3.ª edición); versión electrónica 3.07. Madrid: Cosnautas, 2016. Consultable en línea: www.cosnautas.com/librorojo.html