Las personas que han necesitado un hígado nuevo son uno de los grupos más en riesgo

Un nuevo ensayo ha demostrado el potencial de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C. En este caso se trata de la curación de hasta el 97% de los casos en personas que ya han recibido un trasplante de hígado. Hasta no hace mucho, a estos individuos no se les aconsejaba el trasplante, porque el virus que permanece en su cuerpo volvía a atacar el nuevo órgano. Pero los nuevos tratamientos permiten eliminar la infección y, por tanto, proteger el trasplante. El estudio lo publica New England Journal of Medicine.

La nueva combinación (con fármacos que de momento no están aprobados en España, pero que se espera que lleguen a final de año) tiene dos grandes ventajas para los pacientes. La primera, que evita el uso del interferón, un medicamento que hasta ahora entra en las composiciones para tratar la hepatitis C (y que lo seguirá haciendo como primera línea de tratamiento ya que es mucho más barato que los nuevos medicamentos, que se van a reservar para los casos más graves). El problema que tiene es que produce importantes efectos secundarios (depresión, anemia), y que hay que tomarlo 48 semanas. “Un aspecto importante es que esta combinación de antivirales es muy segura, además de eficaz. Los efectos adversos observados han sido, en general, leves”, ha señalado Xavier Forns, jefe de la Unidad de Hepatitis del Hospital Clínic de Barcelona, último firmante del trabajo. La segunda ventaja, aún más importante, es su eficacia. Con las combinaciones habituales se curaba el 50% de los casos; ahora lo hace el 97%. Y en 24 semanas.

El trasplante de hígado es muchas veces la solución final para las personas con hepatitis C, ya que el virus puede causar cirrosis o cáncer hepático. En España, en 2013 se efectuaron 1.093 de estas intervenciones (en el mundo fueron unas 24.000), según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes.

El estudio lo ha dirigido en España Xavier Forns. En él han participado 34 pacientes que habían vuelto a desarrollar la infección por el virus de la hepatitis C. En todos los casos menos en uno se curó la enfermedad. Este paciente tenía un virus resistente a varios de los fármacos usados, explica el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (Ciberehd) en una nota. De ellos, el 94% seguía libre de virus a los seis meses.

“La hepatitis C recurrente después de un trasplante de hígado ha sido históricamente difícil de combatir, y siempre hemos considerado a los pacientes trasplantados como un grupo especial que necesitaba nuevas estrategias”, ha dicho Paul Kwo, de la Universidad de Indiana, primer firmante del artículo. “Lo que este estudio demuestra es que esta población ya no es especial. Podemos tratarles con el mismo éxito que si no hubieran recibido un trasplante con medicamentos que son bien tolerados y sin riesgo de rechazo”, ha concluido Kwo.