Dos estudios analizan por qué las personas con exceso de peso pueden tener un menor riesgo de morir después de operaciones por enfermedades cardiovasculares

DANIEL MEDIAVILLA / NOTICIA MATERIA

Décadas de estudio no dejan lugar a dudas: el sobrepeso está asociado a muchas enfermedades. Sin embargo, datos recientes muestran lo difícil que es generalizar cuando se trata de salud humana. Algunos análisis muestran, por ejemplo, que un 10% de los obesos en España no sufren enfermedades como hipertensión, obstrucción arterial o diabetes como cabría esperar por su condición. Ahora, un amplio análisis de estudios sobre la relación entre sobrepeso y mortalidad por problemas cardiovasculares indica que estar pasado de kilos (al menos según los criterios del índice de masa corporal (IMC)) puede ser un factor positivo en algunos casos.

Los autores de este trabajo, que se publica en la revista Mayo Clinic Proceedings, determinaron que las personas con un IMC bajo (menos de 20 kg/m2) en pacientes con enfermedades coronarias a los que se había realizado una operación de revascularización (aplicadas para reparar obstrucciones de las arterias introduciendo una nueva vía sana para que circule la sangre) tenían un riesgo entre 1,8 y 2,7 veces superior de infarto de miocardio y de mortalidad cardiovascular general que la media. Por su parte, las personas con sobrepeso (un IMC de entre 15 y 30 kg/m2) tenían un menor riesgo de muerte tras las intervenciones que las personas con IMC normal (20-25 kg/m2). Incluso las personas obesas (a partir de 30 kg/m2), la mortalidad era entre un 27 y un 22% inferior a las personas con peso normal.

Las explicaciones para este fenómeno pueden ser varias. Por un lado, los pacientes con mayor sobrepeso eran más jóvenes que los de peso normal debido a que las enfermedades cardiovasculares que requieren cirugía se presentan antes en los primeros. Otra de las posibilidades que plantean los autores del estudio, dirigidos por Abhishek Sharma, investigador de la Universidad del Estado de Nueva York, es que a los pacientes con sobrepeso se les realice la operación con mayor diligencia y que después reciban más medicamentos cardioprotectores. Además, plantean que estas personas tienen una reserva metabólica más elevada que las de peso normal, una característica que puede ser protectora en algunas enfermedades coronarias.

En un segundo estudio que se publica en la misma revista, otro grupo de investigadores ha estudiado la paradoja de la obesidad desde otra perspectiva. Muchos expertos cuestionan la validez del índice de masa corporal para conocer la relación entre el peso y el estado de salud de una persona. Un equipo dirigido por Carl Lavie, de la Universidad de Queensland en Nueva Orleans (EEUU), examinó en 48.000 pacientes la masa corporal sin grasa.

En este caso, se observó que una mayor masa magra estaba relacionada con un 29% menos de mortalidad. La masa grasa, por su parte, también suponía una ventaja, en principio, pero cuando se ponía en relación con la materia no grasa, desaparecía la ventaja. Estos resultados sugieren que tener un mayor tamaño ofrece ventajas respecto a la probabilidad de supervivencia, pero esa ventaja llegaba de la masa no grasa.

Los resultados de estos dos análisis pueden ayudar a comprender mejor por qué, en algunos casos, un peso elevado puede ser beneficioso, pero el consenso científico sigue señalando al sobrepeso como un peligro grave para la salud. Un reciente estudio dirigido por Javier Martín, del hospital Severo Ochoa de Madrid, indicaba que el exceso de peso contribuye a matar a una persona cada 20 minutos en España, desencadenando más de 25.000 muertes en total cada año, un 15% del total de muertes en el país.