Un estudio con 4.000 mujeres apunta a la importancia de la alimentación como prevención oncológica

EMILIO DE BENITO / NOTICIA MATERIA

Una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva extra (hasta un litro por semana y familia) tiene como efecto reducir hasta en un 66% el riesgo de cáncer de mama, según una de las conclusiones del estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) que hoy publica la revista digital Jama Internal Medicine.

En el trabajo se siguió entre 2003 y 2009 a un grupo de 4.200 mujeres con “alto riesgo cardiovascular” de entre 60 y 80 años, y se las dividió en tres grupos. Uno, el control, al que se le indicó que debía seguir una dieta mediterránea. Otro, que siguió esa pauta alimentaria añadiéndole nueces y otros frutos secos. Y un tercero tomó lo mismo reforzándolo con aceite de oliva virgen extra. La incidencia de cáncer de mama entre los dos primeros grupos fue similar, pero en el tercero, se redujo en un 32%, según describen los autores.

El estudio Predimed estaba orientado a la prevención de la salud, sobre todo, la cardiovascular (infartos, ictus), con la dieta mediterránea. Pero su importancia, tanto en duración como en número de voluntarios (más de 7.000 personas a las que se siguió durante una década) lo ha constituido en una referencia en su campo, y ha permitido hacer subanálisis, como este que ahora se publica, sobre otras patologías. “El principal indicador eran las enfermedades cardiovasculares, pero el cáncer era uno secundario”, explica Miguel Ángel Martínez-González, de la Universidad de Navarra y coordinador del trabajo, quien recuerda que la financiación mayoritaria del estudio es del Instituto de Salud Carlos III, y que la participación de grupos aceiteros o de nueces, avellanas y almendras consistió en facilitar gratuitamente los complementos para los ensayos. “Era importante que el aceite fuera virgen extra porque es el que tiene más polifenoles, que se sabe que tienen propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias”, afirma el médico. “Y como se lo regalamos nos aseguramos de que sea el que usen”.

Los propios autores del artículo reconocen que hay ciertas debilidades en el trabajo. La primera, y más importante, es que solo se diagnosticaron, en total, 35 cánceres de mama. Esto hace que cualquier pequeña variación en su reparto entre los tres grupos tenga mucha importancia estadística. Pero el médico añade que según los datos actuales, en ese grupo de mujeres tenían que haberse producido 41 casos, lo que ya apunta a un efecto protector de la dieta.

Otros indicadores de este efecto protector, incluso cuando se comparaba dieta española en general con la de otros países es que en las estadísticas europeas, España y otros países del sur de Europa siempre salían entre los últimos en cáncer de mama. Hay una excepción: países de Europa del Este que no siguen una dieta mediterránea pero tienen menos incidencia de cánceres de mama, peor el médico opina que, a falta de estudios, es posible que esos países (Bosnia, Moldavia y Ucrania están detrás de Grecia en la lista, por ejemplo) tengan un peor sistema de diagnóstico y de registro de casos.

Para apoyar la relación entre aceite de oliva virgen y protección frente al cáncer de mama, Martínez-González usa otro ejemplo. “La provincia de Jaén, el principal productor de aceite de oliva extra, siempre sale con las menores tasas de España”.

Los resultados deberán verificarse en estudios posteriores. Entre ellos, los investigadores del Predimed mantienen un control sobre los voluntarios que entrevistaron, con lo que aumentarán la información recibida aunque ya no sea dentro de un estudio, indica el médico.

En un comentario editorial al artículo se resaltan las debilidades de este: el bajo número de casos, que todas las participantes eran mujeres blancas postmenopáusicas, que no hubo doble ciego (todas sabían qué tomaban, no es como en otros casos en que los voluntarios no saben si reciben el tratamiento o el placebo), que no hubo sistematización en las mamografías, pero concluye con un mensaje optimista: “Sabemos que la dieta mediterránea, consistente en muchos vegetales, pescado y aceite de oliva virgen extra, reduce el riesgo cardiovascular y es segura. También puede prevenir el cáncer de mama. Esperamos ver un mayor interés en la dieta mediterránea para porvenir las enfermedades cardiovasculares y el cáncer y aumentar la salud y el bienestar”, firma Mitchell Katz.