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El 50% de los entornos escolares superan los límites de contaminación fijados por la Unión Europea. Eso afecta al neurodesarrollo de las niñas y niños, tal y como demostró la ambientóloga Ioar Rivas en una serie de estudios pioneros en el ISGlobal de Barcelona.

El 20 de diciembre de 2022 a las 18.30 horas, Ioar Rivas participó en una nueva Conversación de Salud con El Periódico y que forma parte de la serie Conversaciones de Salud impulsadas por la Fundación Dr. Antoni Esteve y El Periódico.

Nacida en Vic en 1986 y crecida en Manlleu, Rivas se estrenó como investigadora en el Centre de Recerca en Epidemiología Ambiental (CREAL), hoy integrado en ISGlobal. Su “superpoder” cómo científica es la experiencia desarrollada en medir la concentración de contaminantes en el aire.

Empezó a hacerlo en una investigación con mujeres embarazadas en Sabadell y luego se especializó durante una estancia en la Queensland University of Technology en Brisbane (Australia). 

Esta habilidad la llevó a los sitios más inesperados, desde Mozambique hasta São Paulo, donde midió la exposición a la polución de diversos colectivos. Tras su doctorado, trabajó en la Universidad de Surrey y en el King’s College de Londres, ambos en el Reino Unido, donde expandió sus medidas a otra fuente de contaminación: las partículas ultrafinas emitidas por los tubos de escape de los coches.

Desde 2019, Rivas ha vuelto a ISGloabl, donde trabaja en BISC, un estudio sobre el impacto de la contaminación en más de 1000 mujeres embarazadas, y más tarde en sus hijos e hijas. Los mayores ya tienen 4 años y se pueden entrever algunas conclusiones.

Por ejemplo, se ven cambios estructurales en el cerebro de los niños con mayor exposición desde el estado de fetos. “Son cambios superpequeños de volumen, no son problemas clínicos. Pero hay que ver si son irreversibles”, constata la investigadora.

Rivas participó ella misma como voluntaria en el estudio BISC, durante su embarazo. ¿Cómo le afecta personalmente la conciencia de respirar contaminación? “Si tengo una alternativa para caminar en un sitio con menos coches, intento ir por allí, pero no siempre lo pienso. El individuo puede controlar algo, pero no todo”, concluye.


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