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Con un total de 152 iniciativas, la Fundación Dr. Antoni Esteve capeó la pandemia con su oferta de cursos en línea y nuevos formatos virtuales

POL MORALES | Artículo original

2020 ya no comenzó bien para la Fundación Dr. Antoni Esteve. A los pocos días de iniciarse el año, el 29 de febrero, fallecía Sergio Erill Sáez, pionero de la farmacología en España y director fundador de la Fundación Dr. Antoni Esteve. Con su batuta, y junto a la esposa e hijos del Dr. Antoni Esteve i Sobirana, emprendían en 1983 esta institución sin ánimo de lucro con el objetivo de honorar su memoria. Siguiendo su misma inquietud por la ciencia, Erill dotó de personalidad propia esta fundación que hoy, 38 años más tarde, mantiene su mismo espíritu, el de fomentar la farmacoterapia y la comunicación científica, no solo entre investigadores y profesionales sanitarios sino también hacia la sociedad.

Pocos días después del fallecimiento de Sergio Erill, estallaba una pandemia global cuyas devastadoras consecuencias todavía sufrimos este 2021. La COVID-19 alteró por completo nuestras vidas e interrumpió todas las planificaciones. Durante los primeros meses de confinamiento, y como tantas otras instituciones, la Fundación Dr. Antoni Esteve canceló todas sus actividades presenciales programadas para adaptarse a una nueva situación de absoluta incertidumbre.

Pasado el tiempo, y con la publicación de su anuario, podemos afirmar que la Fundación Dr. Antoni Esteve ha conseguido hacer frente a la situación, manteniendo viva la imagen del Dr. Antoni Esteve y potenciando aquellas iniciativas que mejor se adaptaban a la nueva realidad. La tecnología ha evitado, por un lado, alterar el normal funcionamiento de la institución, permitiendo la comunicación constante y segura de todos los miembros del equipo y del patronato. Por otro lado, ha permitido incentivar nuestra oferta de cursos en línea y emprender nuevos formatos a distancia, como el debate que moderó la periodista científica Núria Jar y en el que una veintena de expertos analizaron las consecuencias de la investigación acelerada sobre vacunas y fármacos contra la COVID-19.

Las publicaciones periódicas, en colaboración con diferentes medios de comunicación también han experimentado un crecimiento a lo largo de 2020. La columna Nosotras Respondemos con El País, en la que cada semana científicas de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas responden las dudas de los lectores y lectoras del rotativo, abrió un consultorio especial durante los peores días de la pandemia para resolver todos los interrogantes de la ciudadanía sobre el coronavirus. A la Red de Científicas Investigadoras con El Periódico y a la sección Escepticemia con el médico y periodista Gonzalo Casino, se ha sumado este año el Blog de la Fundación Dr. Antoni Esteve en el Diari de la Sanitat, una nueva ventana donde compartimos con los profesionales sanitarios todas aquellas herramientas que ponemos a su disposición para mejorar su trabajo, como el último Cuaderno sobre redacción de informes médicos, a cargo de Rosa Estopà, lingüista del IULATERM de la Universitat Pompeu Fabra.

A pesar de las circunstancias, la Fundación Dr. Antoni Esteve ha llevado a cabo 152 iniciativas. Algunas se pudieron realizar de forma presencial durante las semanas previas a la pandemia, como el Esteve Foundation Discussion Group sobre receptores acoplados a proteínas G (GPCR), los talleres sobre medicamentos en las escuelas catalanas o la Jornada sobre Periodismo Científico de Excelencia en CosmoCaixa. Otras se estrenaron en formato híbrido semipresencial, como la última edición del curso El científico ante los medios de comunicación, y otras fueron totalmente en línea, sumadas a las publicaciones, accesibles de forma gratuita a través de nuestra página web.

Una web que este año ha batido todos los récords, con más de 600.000 visitas, nueve veces más que las 70.000 del año 2019. El anuario de la Fundación Dr. Antoni Esteve es solo un resumen de las actividades, publicaciones y proyectos más destacados de un año difícil, que nos ha golpeado a todos, como colectivo y como individuos, pero que también ha supuesto un enorme reto. Desde esta institución seguiremos aportando nuestro granito de arena para que, pase lo que pase, nunca dejemos de compartir ciencia.