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GONZALO CASINO / @gonzalocasino / gcasino@escepticemia.com / www.escepticemia.com

Sobre la educación médico-científica como determinante social de la salud

Con las encuestas siempre se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío, aunque a veces ni siquiera muestran el vaso que dicen mostrar, sino otra cosa. La recién publicada novena encuesta sobre percepción social de la ciencia de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) nos dice, por ejemplo, que cuatro de cada cinco españoles (80,4%) lee los prospectos de los medicamentos antes de usarlos, pero uno de cada cinco no los lee; y que mientras cuatro de cada cinco (78,3%) tienen en cuenta la opinión del médico al seguir una dieta, hay una quinta parte que no la tiene en cuenta. Con estos y otros datos se trata de estimar la alfabetización médico-científica de la población, pero las encuestas, aunque ofrecen datos interesantes, suelen dar una aproximación limitada a esta cuestión. Y resultan claramente insuficientes para abordar un asunto clave: en qué medida la alfabetización médico-científica influye en las decisiones sobre la propia salud.

La nueva encuesta de la FECYT muestra también que cuatro de cada cinco españoles (79,5%) perciben que su salud es buena o muy buena, y solo el 2,9% la califica como mala o muy mala. Además, dos de cada tres (68,9%) creen que la calidad del sistema sanitario público es buena o muy buena.  Para los encuestados, los médicos no solo son la profesión mejor valorada, por delante de científicos y profesores, sino que son incluso más científicos que los físicos. Afirman, además, que los temas informativos que más les interesan son, por este orden, los de medicina y salud, alimentación y consumo, cultura, medio ambiente, ciencia y tecnología, deportes, economía, política y famosos; sin embargo, reconocen que el nivel de acceso a la información sobre estos temas es inferior al interés mostrado por ellos.

Si usamos otra encuesta para abrir más el foco, hasta abarcar los 28 países de la Unión Europea, resulta que el 89% de la población está satisfecho o muy satisfecho con la información que encuentra en internet sobre salud y medicina, según el eurobarómetro European Citizens’Digital Health Literacy, de 2014. Esta encuesta muestra que la información de salud es fácil de encontrar para el 74% de los europeos y fácil de entender para el 77%.  El 83% de los entrevistados reconoce que la información que encuentran es suficiente y el 81% que puede discriminar sin problemas el contenido de calidad. Sin embargo, la proporción de europeos que confía en la información de internet para tomar decisiones sobre su salud se queda en el 59%. Y, lo que es más importante, tras informarse en internet, la cuarta parte de los ciudadanos se queda más confundido de lo que estaba.

La cuestión más relevante sobre la alfabetización es si la capacidad de entender y usar la información médica puede ser considerada como un determinante social de la salud, es decir, una característica o factor social que explicaría las diferencias individuales y colectivas. Algunos estudios parecen avalarlo, pero podría ser que la alfabetización no fuera exactamente un determinante, sino un mediador o un modulador de otros factores. Un grupo de investigadores de Austria ha publicado ahora un estudio que analiza estas hipótesis con datos de ocho países europeos, para concluir que la alfabetización completa (no solo la funcional) es un determinante crítico y directo de la salud. La implicación de esta conclusión, que debería confirmarse en estudios longitudinales, es clara: la alfabetización médica es una herramienta poderosa para la promoción de la salud, ya que, en principio, es más fácilmente modificable que otros factores sociales, como el nivel económico. Solo hay que invertir con inteligencia en educación.


Autor
Gonzalo Casino es periodista científico, doctor en medicina y profesor de periodismo en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Ha sido coordinador de las páginas de salud del diario El País durante una década y director editorial de Ediciones Doyma/Elsevier. Publica el blog Escepticemia desde 1999.

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Columna patrocinada por IntraMed y la Fundación Dr. Antoni Esteve