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GONZALO CASINO / @gonzalocasino / gcasino@escepticemia.com / www.escepticemia.com

Sobre la evolución de la medicina basada en la evidencia y el foco en el paciente

En sus más de 25 años de vida, la medicina basada en la evidencia (MBE) se ha consolidado como uno de los grandes avances de la historia de la medicina (el séptimo, según una encuesta del BMJ). A estas alturas, casi todos los médicos son conscientes de que no todas las pruebas o evidencias tienen la misma importancia y que existe una jerarquía, así como de la necesidad de disponer de revisiones sistemáticas, guías de práctica clínica y resúmenes de los resultados de la investigación. Pero la MBE tiene un tercer principio no menos importante: “las evidencias nunca son suficientes”, según lo enunció el pasado 12 de diciembre en Barcelona el profesor de la McMaster University Gordon Guyatt, el primero en formular este concepto en 1991 en su editorial Evidence-based medicine de ACP Journal Club (hoy Annals of Internal Medicine). De las evidencias a la práctica hay, efectivamente, un largo camino de obstáculos, resistencias y condicionantes. Y uno de los más importantes es el de tener en cuenta los valores y preferencias de los pacientes, un área en el que hay mucho que aprender, innovar y mejorar. 

La cuestión es cómo estar seguros de que realmente se tienen en cuenta los valores y preferencias de cada paciente, entre otros factores individuales, a la hora de llevar a cabo una intervención médica. En su conferencia de Barcelona, celebrada en el Hospital Sant Pau en colaboración con la Fundación Dr. Antoni Esteve, Guyatt recordó que la fuerza o solidez de las recomendaciones de las autoridades sanitarias (en sus guías de práctica clínica y otros documentos) y de los médicos a sus pacientes no solo dependen de las evidencias científicas. Además, deben considerar el balance de beneficios y riesgos (todas las intervenciones los tienen, no solo los tratamientos), el coste de la intervención y los valores y preferencias de los pacientes. Si no existe entre los enfermos una amplia aceptación de una determinada intervención, que Guyatt cifra en al menos un 90%, la recomendación debería ser detenidamente explicada a cada paciente antes de tomar una decisión.

El concepto “valores y preferencias” etiqueta un emergente campo de estudio que pretende situar al paciente en el centro de la atención médica, y que enlaza con la medicina personalizada y la llamada investigación orientada al paciente. En PubMed hay ya centenares de artículos que aportan resultados y discusión sobre cómo integrar la perspectiva del paciente en las intervenciones médicas. La general falta de tiempo en la consulta médica es un factor limitante para la discusión de los riesgos y beneficios de las intervenciones y para considerar los valores y preferencias del enfermo, pero hay mucho espacio para dar respuestas innovadoras a esta necesidad. Como ejemplo, Guyatt proyectó un video que muestra una sencilla estrategia para decidir con un enfermo diabético la mejor opción terapéutica entre diferentes alternativas, teniendo en cuenta sus prioridades en aspectos como la influencia en el peso, las rutinas diarias y el control de la glucemia.

El desarrollo del sistema GRADE para jerarquizar la evidencia ha representado un gran avance. Pero queda mucho por hacer en cuanto a la elaboración de guías, resúmenes y métodos de ayuda a la toma de decisiones por parte del paciente, así como al acceso a toda esta información. El proyecto MAGIC (Making GRADE the Irresistible Choice) es una respuesta a esta necesidad aprovechando el potencial de los nuevos formatos electrónicos. La evolución de la EMB apunta, según Guyatt, hacia el desarrollo de sistemas, métodos y aplicaciones más eficaces para formar e informar a los médicos y para incorporar los valores y preferencias individuales en la toma de decisiones de los pacientes. Si esto se va consiguiendo, las críticas de despersonalización que ha recibido la MBE quedarían superadas.


Autor
Gonzalo Casino es periodista científico, doctor en medicina y profesor de periodismo en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Ha sido coordinador de las páginas de salud del diario El País durante una década y director editorial de Ediciones Doyma/Elsevier. Publica el blog Escepticemia desde 1999.

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Columna patrocinada por IntraMed y la Fundación Dr. Antoni Esteve