Cuatro copias exactas del primer mamífero nacido por transferencia nuclear llegan a viejos sin envejecimiento acelerado ni enfermedades

NUÑO DOMÍNGUEZ / NOTICIA MATERIA

La historia de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado, se cerró en falso. Y los que criticaron su creación porque los científicos estaban “jugando a ser Dios” sin conseguirlo van a tener que tragarse sus palabras. Eso es lo que sugiere un estudio publicado hoy que defiende que los animales clonados pueden vivir una vida tan larga y sana como los nacidos por métodos naturales. Parte de las evidencias vienen de cuatro copias exactas de la oveja Dolly criadas en Escocia y que, al contrario que su predecesora, han llegado hasta los nueve años de edad (unos 70 años humanos) sin rastros de envejecimiento acelerado.

Hace unas semanas se cumplieron 20 años del nacimiento de Dolly en el Instituto Roslin de Edimburgo. Allí, un equipo capitaneado por Ian Wilmut había aplicado una técnica conocida como transferencia nuclear para vaciar un óvulo de oveja e introducir en él el genoma de una célula adulta de un animal de seis años de edad. Después de tres años de trabajo y unos 300 intentos fallidos, nació el primer clon. El animal fue criado de espaldas al mundo, en establos interiores, en un instituto que ni siquiera estaba señalizado en la carretera para evitar ataques de grupos contrarios a la experimentación animal.

Nunca quedó del todo claro si la dolencia ósea de ‘Dolly’ se debía a un envejecimiento prematuro o normal, pero sí que su muerte fue por una infección viral

Dolly desarrolló artritis a los cinco años y después tuvo que ser sacrificada tras contraer un cáncer de pulmón. Nunca quedó del todo claro si su dolencia ósea se debía a un envejecimiento prematuro o normal, pero sí que su muerte no tuvo nada que ver con ello, pues su origen fue una infección viral. La cordera bautizada por los pechos de Dolly Parton acabó disecada y expuesta en el Museo Nacional de Escocia.

El estudio publicado hoy en Nature Communications confirma que los cuatro clones de Dolly no sufren artritis, diabetes, dolencias cardiovasculares u otro trastorno asociado a la edad de ocho años. Los animales son copias exactas de Dolly obtenidas de las mismas células adultas que su predecesora. Debbie, Denise, Dianna y Daisy han sido criadas en la Universidad de Nottingham por el equipo de Keith Campbell, que fue uno de los jefes científicos del equipo que clonó a Dolly. El biólogo falleció en 2012 a los 58 años y estas ovejas, que en 2016 han cumplido nueve años, junto con otros nueve clones, son su legado científico.

Este es el primer estudio que analiza el envejecimiento de animales clonados de forma apropiada y durante tanto tiempo

Este es el primer estudio que analiza el envejecimiento de animales clonados de forma apropiada y durante tanto tiempo. Y con los datos en la mano, la clonación es totalmente viable desde el punto de vista de la salud de los animales. “Una de las preocupaciones en los primeros tiempos fue si los clones envejecen de forma prematura y a Dolly le diagnosticaron osteoartritis a los cinco años, con lo que este era un área relevante a estudiar”, explica Kevin Sinclair, investigador de la Universidad de Nottingham. El equipo ha sometido a exhaustivos exámenes médicos al rebaño formado por las cuatro copias de Dolly y otros nueve clones. “Tras medir los niveles de tolerancia a la glucosa, sensibilidad a la insulina, tensión sanguínea y análisis musculoesqueléticos vimos que nuestros clones, teniendo en cuenta su edad, estaban sanos”, ha resaltado el científico.

La eficiencia de la clonación sigue siendo muy baja, solo un 1% de las veces que se transfiere un óvulo se consigue que nazca una oveja y sobreviva a sus primeros días. Sin embargo en vacas y cerdos es significativamente mayor, lo que podría contribuir a que esta técnica se aplique de forma industrial y comercial.

Uno de los investigadores piensa que esta línea de investigación podría resucitar y llevar al proyecto de usar la transferencia nuclear para crear células madre con fines terapéuticos en humanos y animales transgénicos sanos

China, un país que afronta serios retos para alimentar a su creciente población en las próximas décadas, ha anunciado la creación del mayor centro de clonación animal con fines comerciales. La clonación permitiría modificar con precisión la genética del ganado para que tenga más carne y de mejor calidad, por ejemplo. En la Unión Europea está prohibida la venta de animales clonados.

Sinclair piensa que esta línea de investigación podría resucitar y llevar “al proyecto realista de usar la transferencia nuclear para crear células madre con fines terapéuticos en humanos y para crear animales transgénicos sanos, fértiles y productivos”. Esto probablemente resucitaría la polémica que Dolly generó en su día, porque la técnica, aplicada a humanos, requiere manipular y destruir embriones. “Si se va a aplicar esta tecnología en el futuro necesitamos seguir probando que es segura”, ha resaltado el científico.

Lluis Montoliu, investigador del CSIC, dice, tras conocer este trabajo: “Se nos fue de las manos la interpretación de los resultados tras la muerte de Dolly”. Sin embargo, cuestiona que vaya a haber una resurrección de la clonación, al menos en el campo de la investigación científica. “El uso de células madre reprogramadas a partir de adultas y las nuevas técnicas de edición genética son muy superiores y eficientes”, resalta. Sobre su uso comercial con fines alimentarios, en especial en países como EE UU o China donde es legal, “bienvenido sea”, opina.