David Cox y Bradley Efron son galardonados por la Fundación BBVA por revolucionar la estadística

JOANA OLIVEIRA / NOTICIA MATERIA

Dos matemáticos, el británico David Cox (Universidad de Oxford) y el estadounidense Bradley Efron (Universidad de Stanford), han sido galardonados este martes con el noveno Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en Ciencias Básicas por desarrollar herramientas estadísticas para obtener resultados fiables en diferentes áreas del conocimiento. Al agradecer el premio, por videoconferencia en una rueda de prensa celebrada en Madrid, ambos han destacado también la aplicación de sus trabajos en la medicina, en ensayos clínicos contra el cáncer o el sida.

La contribución de Cox, la llamada “regresión de Cox”, es una herramienta que permite explicar la duración de un intervalo temporal entre dos eventos de interés, que depende de factores identificables y no del mero azar (como la mortalidad de un grupo de personas por una determinada enfermedad), para construir modelos predictivos. La regresión de Cox se ha utilizado, por ejemplo, para calcular el tiempo para la aparición de un cáncer de pulmón en algunas personas según el número de cigarrillos que fumaban al día. “Me sorprende y me encanta saber que mi trabajo tiene ese tipo de aplicación, sobre todo porque creo que debería ser una prioridad para la ciencia que la gente entendiera más de estadística. Mucha gente es escéptica con los números”, comenta el matemático.

La herramienta de Efron, llamada bootstrap (literalmente, lengüeta de bota), es “engañosamente simple”, según el acta del jurado: consiste en un método para determinar el margen de error de una medida, un dato esencial en la ciencia, porque sin él el resultado carece de valor. Hasta entonces la determinación del margen de error se llevaba a cabo mediante aproximaciones matemáticas que, según Efron, podrían ser muy complejas y no siempre acertaban. Lo que hizo el matemático con el bootstrap fue delegar el trabajo de pensar a un ordenador. “Diseñas un algoritmo y la máquina obedece a él para llegar a resultados más objetivos”, explica Efron.

La herramienta desarrollada por el estadounidense parecía tan sencilla que fue recibida con desconfianza cuando la presentó a la comunidad científica, en 1979. El mismo David Cox, que conoció a Efron cuando este viajó al Reino Unido para un año sabático en 1982, se mostró escéptico al principio: “Me parecía que, como científico, aquello era hacer trampa, pero luego Brad me convenció”, recuerda Cox. Desde entonces, los dos han colaborado en sus respectivas investigaciones estadísticas. Trevor Hastie, matemático catedrático de la Universidad de Stanford y miembro del jurado, señala que Cox y Efron “son los dos estadísticos vivos más influyentes” y que han revolucionado el campo.

Ambos matemáticos opinan que no solo sus métodos, sino la estadística en general, seguirá siendo una pieza clave en el desarrollo científico de los próximos años, sobre todo en el área del Big Data. Efron apuesta especialmente por lo que llama data science, la construcción de bases de datos médicos masivos. “Eso nos permitirá analizar a fondo toda la información sobre una enfermedad, por ejemplo, para desarrollar tratamientos más eficaces”, concluye el científico.