Una reflexión sobre el momento en el que se encuentra el periodismo biomédico en la actualidad. Con esta frase se podría resumir la filosofía de la última reunión organizada por la Fundación Dr. Antonio Esteve en colaboración con el Observatorio de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. La jornada tuvo lugar el pasado 7 de octubre en S’Agaró, Girona, y se dividió en tres exposiciones de temáticas bien diferenciadas que dieron lugar a posteriores discusiones entre los 28 participantes de la reunión.

Gemma Revuelta, del Observatorio de la Comunicación Científica, fue la encargada de abrir la reunión con una exposición sobre las fuentes de información. A través de diferentes estudios y encuestas, como el Eurobarómetro, consiguió poner en entredicho algunos presupuestos que todavía se mantienen en la actualidad. Por ejemplo, que los medios de comunicación ocupan un lugar preferente como fuente de información de la sociedad en temas científicos. Más bien al contrario. Medios, gobiernos y partidos políticos están a la cola en el índice de confianza de la población, la cual prefiere la información proporcionada por organizaciones médicas, sanitarias o por instituciones como la universidad. Otro tópico desmentido es que la televisión responde a la demanda del nuevo público de la comunicación. En realidad, éste exige una información más directa e individualizada y prefiere una búsqueda activa, preferentemente a través de Internet.

Por su parte, Erik Cobo, del departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universitat Politènica de Catalunya, trató de puntualizar algunos de los errores más comunes a la hora de interpretar los datos estadísticos en los medios de comunicación. Para ello, se encargó de precisar algunos de los conceptos clave de la estadística y de relativizar los resultados que esta ciencia nos suele proporcionar. Así, por ejemplo, afirmó que no existen verdades científicas, sino que siempre nos encontramos ante modelos que, como tales, sólo son aproximaciones a la realidad susceptibles de ser mejorados. Erik Cobo también se cuestionó hasta qué punto se pueden extrapolar los datos estadísticos a la población externa.

Por último, Rafael Bravo, del centro de salud Sector 3 de Getafe, habló sobre la revolución que ha supuesto la llegada de Internet. Además de enumerar las ventajas de este reciente medio de comunicación, como la mejora en la accesibilidad, también planteó algunas de los inconvenientes, como por ejemplo la dudosa calidad de la información científica. Para este médico, la calidad no es diferente que la de otros medios sino que simplemente el acceso a la información es mucho más fácil y esto comporta la consulta de todo tipo de informaciones, con y sin calidad. Para ello, planteó si es necesario que alguien controle o valide la información que se edita en Internet.

Evidentemente, las tres ponencias generaron una gran cantidad de opiniones entre los 28 asistentes a esta reunión, entre ellos científicos y representantes de diferentes medios y agencias de comunicación. Tanto las discusiones como el contenido de las tres exposiciones quedarán recogidos en un próximo número de los Cuadernos de la Fundación Dr. Antonio Esteve.