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La información que se ofrece en casos de crisis debe ser rápida, de calidad, creíble y transparente

CARME BORRELL | Artículo original

Llevamos más de dos semanas desde que la epidemia del Coronavirus (llamado Covid-19) fue declarada una emergencia de salud pública de importancia internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en nuestro país ya ha tenido repercusiones importantes como la suspensión del Mobile World Congress. Desde este escrito quiero hacer una reflexión sobre la gestión de las crisis de salud pública y de la comunicación de las mismas.

El libro del profesor Joshua M. Sharfstein ‘The public Health crisis survival guide’ es una guía para hacer una buena gestión de las crisis desde la salud pública en tres aspectos básicos: reconocer la crisis, gestionarla y comunicarla adecuadamente. Es necesario que los servicios de salud pública (locales, autonómicos, estatales o internacionales) estén preparados para detectar las crisis lo antes posible. Una vez detectada, debe ser gestionada por el servicio de salud pública planificando, poniendo en marcha la logística y los recursos necesarios para avanzar en el conocimiento de la causa y los factores que contribuyen a ella, en el diagnóstico y tratamiento de las personas enfermas así como en la prevención para evitar nuevos casos, evitando la sobreactuación. En las crisis causadas por nuevos fenómenos puede ser dificultoso conocer sus causas y eso puede ralentizar la gestión. Y finalmente la comunicación, parte muy importante para dar información que genere confianza en la población.

El Centro de Control de Enfermedades de EEUU señala los siguientes principios de una buena comunicación: que sea rápida, que esté basada en la evidencia científica, que sea creíble y transparente, que exprese empatía y que promueva la acción. La falta de seguimiento de estos principios genera desinformación e incluso puede llegar a fomentar el pánico en la población. Además, es fundamental la coherencia en la información proporcionada por los diversos agentes implicados.

El coronavirus en nuestro medio: la crisis del miedo

El Covid-19 es un nuevo tipo de coronavirus que se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. Con datos del día 17-2-20 la epidemia es muy importante en China, donde la OMS declara 70.635 casos, y es menor en el resto del mundo, con 794 casos. 

Diferentes estudios científicos describen una mortalidad de alrededor del 2%. En Catalunya no ha habido ningún caso de enfermedad y en España ha habido 2.

Tanto en España como en Catalunya, las autoridades sanitarias están gestionado la crisis proporcionando información de forma rápida, transparente y creíble y basándose en la evidencia. Otros organismos internacionales también dan información día a día, como por ejemplo la OMS, que publica un boletín diario y también hace ruedas de prensa periódicas. Las revistas científicas más prestigiosas, como por ejemplo ‘The New England Journal of Medicine‘ y ‘The Lancet’ están dando preeminencia a la epidemia publicando de forma rápida y accesible los resultados que se van obteniendo de la investigación.

Pero la globalización y rapidez de la información a través de diferentes medios también genera problemas. La OMS describe la sobreabundancia de información sobre el coronavirus como una “infodemia” ya que aunque se da información válida, mucha no lo es.

Hay que tener en cuenta que la información no veraz puede generar la estigmatización y la culpabilización de los grupos infectados y afectados. Ciudadanía de origen chino, que no ha sido expuesta al virus, asegura haber sufrido acoso e insultos racistas tanto en las redes como en la vía pública. Del mismo modo, la desinformación puede afectar las conductas de la población respecto a seguir los consejos de las autoridades competentes. En los casos más extremos, se puede llegar a no reconocer la existencia de la enfermedad y no adoptar las medidas recomendadas para evitar el contagio. La OMS incluso tiene un apartado en su web para combatir los rumores respecto al coronavirus y hace difusión en las redes.

En nuestro medio, a pesar de que no existe ningún caso en Catalunya y el riesgo de infección a día de hoy es bajo, algunos medios de comunicación e incluso algunas personas opinadoras han dado mensajes alarmistas y de prensa amarilla, a menudo cuestionando las autoridades competentes. El miedo es irracional y, por tanto, es responsabilidad de todos ayudar a combatirlo. Habrá que hacer una reflexión al respecto sobre cómo los errores en la comunicación pueden acabar sobredimensionando la crisis en nuestro medio.