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GONZALO CASINO / @gonzalocasino / gcasino@escepticemia.com / www.escepticemia.com

Sobre la renovación del método periodístico y su aproximación al científico

El Observatorio PerCienTex (Periodismo Científico de Excelencia), dirigido por el periodista Michele Catanzaro, no es solo un escaparate del mejor periodismo científico iberoamericano. Lo es también de los nuevos rumbos y la renovación en el oficio de informar sin perder de vista los valores clásicos de independencia, interés, rigor y servicio público. A pesar de los pesares y de los abundantes malos ejemplos, nunca como ahora ha habido tantas y tan buenas muestras de periodismo de calidad en los medios tradicionales y, particularmente, en los nuevos medios. Esta calidad es consecuencia del efecto combinado de perseverancia en los pilares esenciales del periodismo y adaptación a las nuevas circunstancias, desde la financiación al afán colaborativo. Son los nuevos aires del periodismo científico.

Estos aires no son generales, pero se perciben de forma clara en las nuevas fórmulas de financiación, principalmente becas de fundaciones y concursos de instituciones. Esto propicia y estimula otra serie de rasgos: la independencia del periodista; la inclinación hacia la investigación; los proyectos a largo plazo; el rechazo de la rapidez a ultranza, y el empeño en desarrollar temas propios al margen de las agendas informativas marcadas por el sistema de ciencia y tecnología. Probablemente nada de esto es radicalmente nuevo, excepto el actual vigor del trabajo en colaboración, algo que choca con el inveterado individualismo y que algunos consideran una nueva seña de identidad, como es el caso del periodista Javier Sauras, convencido de que “el periodismo será colaborativo o no será”.

Si hubiera que condensar todos estos nuevos aires del periodismo científico en una idea, esta bien podría ser la renovación del método periodístico y su aproximación al método científico. Ciencia y periodismo comparten muchos rasgos, sin ir más lejos su vocación de servicio público y que la palabra investigación no es un adorno sino algo sustancial. Pero las similitudes son muchas más. Una de ellas es la revisión exhaustiva de lo que se sabe sobre un tema, características de algunos trabajos periodísticos de largo aliento, que permiten que el periodista pueda especializarse lo bastante como para hablar de tú a tú a las fuentes expertas. Otra similitud sería la recogida y el análisis de datos, mediante bases de datos y herramientas de visualización, como ilustran los trabajos del proyecto Medicamentalia de la Fundación Civio y tantos otros buenos ejemplos de periodismo de datos. Una tercera similitud sería la tarea común de identificar patrones y datos extremos, plantear hipótesis y verificarlas. La necesidad de trabajar en colaboración, la transparencia y el acceso libre a los datos para facilitar la replicación de la investigación serían otros rasgos compartidos por la ciencia y este renovado periodismo científico, que no se ocupa necesariamente de temas científicos, y que, por tanto, quizá habría que diferenciar del periodismo de ciencia.

Sin embargo, las semejanzas entre ciencia y periodismo no van más allá. El periodismo tiene un recurso propio para contrastar y verificar, que es el reporterismo. No se trata solo de realizar observaciones sobre el terreno, sino de la facultad de preguntar y obtener una respuesta. En el tratamiento de las hipótesis es quizá donde está la diferencia más radical: mientras que en ciencia las hipótesis son fijas y previas a la investigación, en periodismo pueden modificarse en cualquier momento. Como dice el periodista Daniel Samper, “el periodismo de investigación es como la explotación petrolera, hay que perforar siete pozos para que salga uno”. En ciencia esto no está permitido, como ilustra una viñeta en la que la flecha de la investigación ha caído lejos de la diana de la hipótesis y aparece un científico tramposo que dibuja una nueva diana en torno a la flecha.


Por Schwartz & Woloshin / Ventura
En ciencia, las hipótesis deben ser previas a los estudios; en periodismo, no.


Autor
Gonzalo Casino es periodista científico, doctor en medicina y profesor de periodismo en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Ha sido coordinador de las páginas de salud del diario El País durante una década y director editorial de Ediciones Doyma/Elsevier. Publica el blog Escepticemia desde 1999.

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Columna patrocinada por IntraMed y la Fundación Dr. Antoni Esteve