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El sistema nervioso nos permite estar vivos, ser conscientes e interaccionar con nuestro ambiente, así que tengámoslo en buena forma

ESPERANZA RODRÍGUEZ MATARREDONA | Artículo original

La respuesta a la pregunta, tal y como está formulada, es que moriríamos. Sin sistema nervioso nuestras células no podrían recibir el oxígeno y los nutrientes que necesitan para estar vivas. Veamos por qué. La sangre distribuye el oxígeno y los nutrientes por todo nuestro cuerpo. A su vez la sangre es oxigenada en los pulmones, gracias a los mecanismos que permiten la entrada de aire en los mismos, y recibe los nutrientes tras su absorción en el intestino una vez han sido ingeridos y digeridos. Pero entonces, ¿es que necesitamos el sistema nervioso para respirar o para comer? La respuesta es que sí. La ventilación de los pulmones se produce por la contracción rítmica del músculo diafragma que está controlada por el sistema nervioso. Tampoco es posible comer sin sistema nervioso pues es este sistema el que nos permite percibir sensorialmente los alimentos y tener las habilidades motoras para poder masticarlos y deglutirlos.

Pero podemos poner condicionantes, podríamos tener a una persona que hubiera nacido sana pero se hubiera quedado posteriormente sin sistema nervioso y que con algún mecanismo como un ventilador artificial se le permitiera la entrada de aire en los pulmones, y que recibiera los nutrientes a través de una vía intravenosa. Podemos suponer igualmente que como el corazón tiene actividad propia de marcapasos, es decir que sus células pueden contraerse por ellas mismas y bombear la sangre, también fuera capaz de seguir funcionando sin sistema nervioso. En ese caso, las células podrían seguir vivas. Pero ¿qué sería un cuerpo con células mantenidas con vida artificialmente sin sistema nervioso? Hemos de tener en cuenta que el sistema nervioso nos permite percibir el medio que nos rodea e interaccionar con él. Todas las sensaciones, visión, audición, olfato, tacto… se perciben gracias a nuestro sistema nervioso. Las órdenes motoras a los músculos de nuestro cuerpo también son enviadas desde el sistema nervioso. Sería por tanto un individuo que no podría ver, oler, oír, ni moverse, y además tampoco tendría consciencia de sí mismo, pues las evidencias indican que la consciencia reside también en el sistema nervioso. Sería equivalente a tener un grupo de células en una campana de cultivo, un conjunto de células vivas sin un sistema central que procese e integre la información sensorial recibida por éstas, ni que envíe información a otras células del cuerpo.

Hay un estado que podría hacernos pensar en el caso que plantea el lector en su pregunta: un individuo en estado de coma. Cuando una persona entra en coma pierde la funcionalidad de las partes del cerebro implicadas en la recepción de la información sensitiva, la programación de las tareas motoras y otras funciones cognitivas superiores. Esas personas en coma, sin embargo, sí mantienen con vida cierta parte del sistema nervioso, concretamente el denominado tronco del encéfalo. En el tronco del encéfalo es donde se localizan las neuronas que se encargan del control del sistema respiratorio y del control del sistema cardiovascular, por eso estas personas pueden mantenerse con vida a pesar de que pierden muchas de las funciones del sistema nervioso.

Para hacernos una idea de la importancia del sistema nervioso para nuestro organismo podemos echar una ojeada a las enfermedades que, sin llegar al extremo que plantea la pregunta, están causadas por su deterioro. Por un lado están las llamadas enfermedades neurodegenerativas, patologías en las que poco a poco y de forma irreversible degeneran las neuronas, por ejemplo el párkinson, el alzhéimer o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). O bien aquellas en las que parte del sistema nervioso deja de funcionar porque queda “desconectado” del cerebro, como las que sufren personas con lesiones en la médula espinal, que pierden la sensibilidad y la capacidad de movimiento de las regiones del cuerpo afectadas por la lesión que implica rotura de nervios sensitivos y motores. También están las patologías en las que el sistema nervioso no degenera pero tiene alteraciones en su funcionamiento que pueden provocar enfermedades relacionadas con trastornos en el estado de ánimo o de la personalidad, como por ejemplo la depresión o la esquizofrenia.

El sistema nervioso nos permite estar vivos, ser conscientes e interaccionar con nuestro ambiente, así que tengámoslo en buena forma. Para eso es muy importante mantener la actividad mental continua, durante toda la vida, someterse a procesos que lo estimulen como el aprendizaje de cualquier tarea nueva. También está demostrado que el ejercicio físico contribuye a la salud de nuestras neuronas. Y sobre la dieta hay cada vez más evidencia de su influencia en la salud de nuestras células cerebrales. Se sabe, por ejemplo, que los regímenes con leves restricciones calóricas estimulan la formación de neuronas en los adultos. Y en los últimos años se está hablando mucho también de la influencia de la flora intestinal (microbiota) en la salud de nuestro cerebro.


Esperanza Rodríguez Matarredona es neurocientífica y profesora titular de la Universidad de Sevilla.


Pregunta realizada vía email por Naseem Perez-Bouktab


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