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Para controlar la pandemia hay que vacunar a la población de todo el mundo. Eso requiere cambios en la propiedad intelectual y apostar por la iniciativa COVAX.

CARME BORRELL | Artículo original

Estos días se está escribiendo mucho sobre la vacuna de la Covid-19 que se está empezando a administrar en nuestro país. Quiero dejar claro de entrada la importancia de haber obtenido vacunas de alta eficacia en tan poco tiempo. Ahora bien, es importante para la salud pública mundial vacunar a toda la población que lo necesite para controlar la enfermedad.

Recientemente se han publicado dos artículos en la revista British Medical Journal (BMJ) que hablan de las reservas de vacunas que han hecho los diversos países del mundo y de las personas que deberían vacunarse en nuestro planeta.

Distribución desigual

El primer trabajo pone en evidencia que diversos países han asumido compromisos de compra de 7.480 millones de dosis de vacunas de 13 fabricantes diferentes. Poco más de la mitad (51%) de estas dosis se destinarán a países con ingresos elevados, que representan el 14% de la población mundial. Hay que recordar que algunas vacunas requieren de 2 dosis para proteger a la persona vacunada.

Cinco países (Canadá, Australia, Reino Unido, Japón, EEUU) y la Unión Europea han encargado más de una vacuna per cápita y, evidentemente, los otros países no tendrán vacuna para todo el mundo a corto plazo. De los 13 fabricantes de vacunas, sólo seis han vendido a países de medios o bajos ingresos y han sido: AstraZeneca / Oxford University (2.030 millones de dosis); Novavax (1.100 millones de dosis); la empresa rusa, Gamaleya Research Institute (349 millones de dosis); y las empresas chinas, Sinovac y Cansino (135 millones de dosis).

El segundo artículo calcula la población mundial que debería ser vacunada: podrían ser 5.200 millones de personas mayores de 19 años. Esta población se reparte en: 53,7% en Asia y Oceanía, 18,6% en África y Oriente Medio, 13,9% en las Américas y 13,8% en Europa. El artículo también hace estimaciones teniendo en cuenta la población esencial (como la sanitaria) y la población con mayor riesgo de tener la Covid-19 para cada una de las regiones del mundo.

Precios y propiedad intelectual

La desigual distribución de las vacunas va ligada a sus precios, en los cuales interviene la propiedad intelectual (incluidas las patentes) de los fabricantes. El artículo de BMJ señala que los precios son variables, desde los 6 $ por vacunación la de Astrazeneca hasta 74 $ la de Moderna.

Este mes de diciembre Médicos Sin Fronteras reclamó que prevalezca la solidaridad y se construya un consenso en torno a la propuesta de la India y Sudáfrica, que pide que se renuncie a una parte de la propiedad intelectual durante la pandemia de Covid-19. Esta llamada se produjo antes de la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de diciembre. Más de 100 países han apoyado la propuesta. Sin embargo, algunos estados ricos de la OMC (Australia, Brasil, Canadá, la Unión Europea – incluido el Estado Español-, Japón, Noruega, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos) están denegando el apoyo.

Es importante enfatizar que, según la BBCalgunas de las vacunas han tenido importante financiación pública: sobre todo Moderna, Novavax y Curevac. Eso hace más difícil entender sus altos precios monopolísticos.  Otros aspectos a tener en cuenta son que, según Bloomberg, muchos fabricantes de vacunas han tenido una subida muy importante en la bolsa y las ganancias que tendrán los próximos 3 años serán enormes, debido al alto número de unidades vendidas.

Iniciativa COVAX

 

Otra iniciativa para que la vacuna se distribuya de forma más equitativa es la iniciativa COVAX, puesta en marcha por la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias, la Alianza Gavi para las Vacunas y la organización Mundial de la Salud. Su objetivo es acelerar el desarrollo y la fabricación de vacunas contra la Covid-19 y garantizar un acceso justo y equitativo a 2000 millones de dosis en todo el mundo para finales de 2021. El día 18 de diciembre, COVAX anunció que había establecido acciones para acceder a cerca de estos 2.000 millones de dosis para las 190 economías participantes.

Para avanzar en el control de la Covid-10, la vacunación de la población de todo el mundo es capital. Vacunar fundamentalmente a la población de los países ricos sería un fracaso. Por lo tanto, avanzar en los cambios en la propiedad intelectual y en la iniciativa COVAX será un paso importante no sólo para la equidad, sino también para la salud pública mundial.

La autora de este artículo forma parte de la Red de Científicas Comunicadoras de El Periódico