Un censo en EE UU encuentra más de 500 especies de artrópodos como las moscas, las hormigas o las arañas en 50 casas analizadas

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Los humanos compartimos nuestros hogares con más de 500 tipos de artrópodos, animales entre los que se encuentran los insectos, las arañas o los ácaros. Este es el resultado de un censo realizado en torno a Raleigh, una ciudad estadounidense de algo menos de medio millón de habitantes. En un trabajo liderado por Matt Bertone, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, se visitaron 50 casas, habitación por habitación, en busca de artrópodos vivos o muertos.

En un trabajo publicado en la revista PeerJ, cuentan que encontraron 579 especies, con entre 32 y 211 por hogar (100 de media aproximadamente). Las especies recogidas con mayor frecuencia fueron moscas, arañas, escarabajos, hormigas y piojos de los libros. En una nota de su universidad, Bertone aclara que, aunque coleccionaron “una diversidad extraordinaria de estas criaturas, no queremos que la gente tenga la impresión de que todas estas especies viven realmente en los hogares de todo el mundo”. “Muchos de los artrópodos que encontramos, claramente habían llegado desde el exterior, transportados en flores cortadas o introducidos accidentalmente de otros modos. Porque no están preparados para vivir en nuestras casas y habitualmente mueren bastante rápido”, añade.

Se encontraron arañas en el 65% de las habitaciones

Esto es lo que sucede, por ejemplo, con las moscas de las agallas, una especie de cecidómidos que se hallaron en todas las casas. Estas moscas se alimentan de las plantas que se encuentran al aire libre y no pueden sobrevivir en el interior de una casa.

Solo en cinco de las 554 habitaciones en las que se tomaron muestras no se encontró ningún espécimen, pero Bertone aclara que la gran mayoría de estos animales no supone ningún problema para los humanos. “Se trataba o bien de compañeros de habitación pacíficos, como algunos tipos de araña encontradas en el 65% de las habitaciones o visitantes accidentales como los cicadélidos”.

Una vez conocida esta biodiversidad desconocida en los hogares, los investigadores quieren analizar cómo es su convivencia con los humanos, observando por ejemplo si son portadores de microorganismos que efectos beneficiosos o perjudiciales para la salud.