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Que el termómetro se sitúe por debajo de este indicador, se considera patológico; hablamos de hipotermia

MARÍA TRAPERO MARUGÁN | Artículo original

La respuesta a una pregunta de hace unas semanas sobre por qué la temperatura corporal son 36 °C ha provocado nuevas interrogantes relativas a temperaturas corporales por debajo de esa cifra a las que voy a tratar de responder. El primer dato interesante a tener en cuenta es cómo medimos la temperatura corporal. Normalmente, los termómetros que tenemos en casa suelen llegar hasta 34 °C, y digamos que en esos tramos tan bajos son menos fiables. En medicina hablamos de temperatura baja, es decir, de hipotermia, cuando estamos por debajo de 35 °C. En el artículo anterior expliqué que la temperatura media normal en los seres humanos se sitúa entre los 36,4 °C y los 36,7 °C. Pero hay que tener en cuenta que esa es la mediana desde el punto de vista estadístico, lo que quiere decir que habrá algunas personas con una temperatura corporal normal un poco más baja o un poco más alta.

Entre 35 °C y 36 °C es una horquilla en la que consideramos que puede ser un síntoma de alguna patología pero también que hay personas con esa temperatura sin que les pase nada grave. Pero por debajo de 35 °C ya se considera patológica, hablamos de hipotermia.

Las causas más comunes de hipotermia son las accidentales, cuando las personas se exponen al frío ambiental, como las que se pierden en la montaña en invierno o se caen a aguas heladas; las hipoglucemias, cifras bajas de glucosa en sangre (lo que comúnmente conocemos como “tener el azúcar bajo”) también son una causa relativamente frecuente porque cuando se tiene la glucosa baja en sangre, disminuye también en el cerebro y altera el termostato de nuestro cuerpo (el hipotálamo). El consumo de alcohol es otra de las causas más comunes de hipotermia. Las bebidas alcohólicas afectan al sistema nervioso central, es decir, “adormecen” el cerebro y hacen que este no se percate de que tienes frío. Hay muchas personas que creen que el alcohol sirve para combatir el frío, pero lo que ocurre es justo lo contrario. Cuando tomas una bebida alcohólica tienes sensación de rubor y calor nada más ingerirla por que al llegar al estómago pasa muy deprisa a la sangre. Pero en realidad, lo que está provocando es una vasodilatación, es decir, que los vasos sanguíneos se ensanchen. Y cuando tienes un montón de tuberías (vasos sanguíneos) que se dilatan cerca de la piel que está en contacto con un ambiente frío lo que ocurre es que empiezas a perder calor mucho más deprisa. Así que la teoría de que el alcohol te da calor no es correcta. Hay también ciertos fármacos (algunos anestésicos, por ejemplo) y algunas drogas (heroína) que producen esa misma reacción.

Otra de las preguntas es si el mal funcionamiento de la glándula tiroides puede provocar también temperatura baja y la respuesta es que sí. Cuando la tiroides funciona menos de lo necesario (las personas que tienen hipotiroidismo), provoca una disminución de la respuesta termorreguladora y del metabolismo basal.

También nos han preguntado si la temperatura corporal tiene relación con el peso. La respuesta es que no se relaciona tanto con el peso sino con el metabolismo basal que tenga cada organismo. Puede haber personas muy delgadas que no sientan frío y tengan la temperatura corporal ligeramente más alta. Y al revés, una persona con más kilos puede tener un metabolismo basal más bajo y que su maquinaria para producir calor tarde mucho más en arrancar y por tanto sienta frío. Estos cambios están influidos por un tipo de grasa que tenemos en el organismo llamada grasa parda.

Otra pregunta es sobre la relación entre la temperatura y las infecciones. Una lectora nos pregunta si teniendo la temperatura corporal más baja se es más propensa o propenso a infecciones. La respuesta es que no hay diferencia si hablamos de una temperatura por encima de 35,5 °C. Pero sí hay más riesgo en la hipotermia, es decir, por debajo de los 35 °C. Por ejemplo, por protocolo médico, cuando una persona se cae al agua fría, lo primero que tenemos que hacer es ver si respira o no, si su corazón late, etc; después, debemos aumentarle la temperatura y el siguiente paso es prevenir las infecciones, con antibióticos profilácticos.

Y la última pregunta es qué hacer para subir la temperatura. Lo primero es descartar causas como problemas físicos, por ejemplo, personas que han tenido un accidente cerebral, que están en coma, tienen hipoglucemia, hipotiroidismo, tumores, demencia, problemas en el riñón, una infección o que están tomando ciertos fármacos. En esos casos lo que tienen que hacer es solucionar ese problema que provoca la baja temperatura. Pero siempre, para combatir la baja temperatura hay que tratar de aislarse del frío (ponerse más ropa de abrigo, evitar la humedad), introducir calor en el cuerpo (beber algo caliente sin alcohol) y generar calor (moverse, hacer ejercicio o comer algún alimento que nos aporte calorías).


María Trapero Marugán es doctora en Medicina. Hospital Puerta de Hierro, Majadahonda, Madrid. Grupo Español de Mujeres Hepatólogas (@HepatologAs).


Preguntas enviadas vía email por Eva Egido, Clara Lázaro, Gemma García Soriano, Theresia Hall, Rebeca Abella y Julia de la Varga Calvo.


Nosotras respondemos es un consultorio científico semanal, patrocinado por la Fundación Dr. Antoni Esteve y el programa L’Oréal-Unesco ‘For Women in Science’, que contesta a las dudas de los lectores sobre ciencia y tecnología. Son científicas y tecnólogas, socias de AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas), las que responden a esas dudas. Envía tus preguntas a nosotrasrespondemos@gmail.com o por Twitter #nosotrasrespondemos.


Coordinación y redacción: Victoria Toro